jueves, 23 de agosto de 2012

Como conocí a... Tercera Parte.

*Hace unos meses desde la actualidad*

Al día siguiente había mucho ajetreo en la habitación y de bien temprano. Annie se despierta y ve a Yesican vistiéndose y preparando unos bolsos.

Yesican: Buenos días Annie.

Annie: Buenos... días.

Yesican: ¿Quieres venir conmigo a tomar el aire y disfrutar de la naturaleza?

Annie: Claro, ¿a donde vamos a ir?

Yesican: Nos vamos de picnic a un parque cercano, he quedado con algunas amigas.

Annie: Pero a mi... no me gusta la gente. *Se tapa el rostro con la falda del traje que lleva puesto*

Yesican: Mira, *Se acerca a ella y le baja las manos* Llevaré este bolso y si tienes miedo puedes esconderte en él y no te molestaran, ¿vale?



Annie asiente y se mete dentro del bolso aparatosamente. Yesican recoge todas las cosas y se marchan al parque.
Una vez allí comieron, se sacaron fotos y conoció a mucha gente.
En ocasiones Annie se escondía abrumada por la atención que le dedicaban las amigas de Yesican. 

Tiempo después, a principios de septiembre, Annie fue a otro picnic con Yesican y allí conoció a Lily. Una chica muy callada y tranquila pero amigable, enseguida forjaron vínculos y se volvieron amigas. Ambas se comprendían y jugaban cuando se encontraban.
Annie y Lily


A finales de ese mes volvieron a quedar Yesican y sus amigas. Estaba Lily y una chica nueva muy misteriosa, Lily se reía ... algo que Annie aún no había visto. La chica nueva se llama Cho y su pelo rojizo la cautivaba. De repente Cho levanta la falda de Annie  preguntándole que es eso que lleva puesto y por que ella no tiene. Muy sorprendida se cae al suelo.
Cho


Pasaron muchos meses sin que se volviesen a reunir pero Yesican animaba a Annie a mantener el contacto. Las dos juntas llamaban por internet a sus amigas para que hablaran.

Y por fin en Marzo del siguiente año pudieron volver a juntarse. Habían nuevas chicas en el grupo.

Una miraba desde lo lejos, escondida detrás de Cho. Cuando Cho se acercó a saludarla muy efusivamente se relajó un poco y se presentó, se llama Amê.

Amê, Annie y Cho


La otra, muy seria, la saludó dándole unos besos en las mejillas, le dio la impresión de ser muy formal y sentirse poco cómoda, su nombre es Gabrielle.

Gabrielle y Annie

Poco a poco se fueron haciendo amigas, iban a los picnics, pijamadas, a la playa...


~~~~~ X ~~~~~
* En la actualidad*

Annie: Y bueno, esas son todas las amigas que tengo y me gustaría que conocieras.

M.B. : Por supuesto que las conoceré, encantada. Al fin y al cabo voy a pasar por aquí mucho tiempo, es mejor tener un entretenimiento.

Annie: ¿Qué? Ah claro, para jugar y hablar.

M.B. : Si, claro... jugar y hablar.

Annie: ¡Bieeeen! , ¡Yesi! ¡Madame dice que si viene al picnic! - Sale corriendo mientras grita.

M.B. : ¿Eh? ¿Que?... ¿Qué acabo de hacer?...

martes, 26 de junio de 2012

Llegada Inesperada. Segunda Parte.


*Ring ring*
Un paquete para Yesican.

Annie: ¡Yesi, ha llegado un paquete!


Yesi: Uhm, que raro, yo no he pedido nada. ¿Qué será? Es muy grande.
Annie: Cuidado no se vaya a caer.


Yesi: Mira viene mi direccion y todo, que raro.
Annie: ¿Lo abrimos?


*Yesi se apresura en buscar un cutter y abrir el paquete*
Yessi: Es una cajita ... Annie ayudame.


Annie: Yo por aquí, ¿Que será?
*Se oye algunos ruidos de dentro*


Yesi: ¿Es una muñeca?
Annie: Intenta hablar...
*Se escucha un farfullo*


Annie: ¿Hola?
??: Sacadme de aquí...
Yesi: ¿Qué ha dicho? Parece una momia.
Annie: Que la saquemos.


*Yesi y Annie le quitan todas las ataduras que tenia*
??: Gracias, ha sido un duro viaje.


Annie: ¿Y como te llamas? Yo soy Anabel, puedes llamarme Annie.
??: Me llaman Madame Butterfly, un placer.
Annie: ¿Eres un hada?
M.B.: No, soy una muñeca, y muy antigua aunque no lo parezca.


*Yesi recoge a M.B. y se la lleva.*
Yesi: Ven creo que tengo algo de ropa que puede servirte, y ya que eres una muñeca te puedo dejar una peluca.
M.B. : Eso es estupendo, cualquier cosa me servirá por ahora. ¿Tu eres quien me ha solicitado?
Yesi: ¿Eh? ¿Solicitado? No sé a que te refieres, has llegado en un paquete a mi dirección.
M.B. : ¿Seguro? Quizás hay otra dirección igual en otra parte del mundo... *murmura* o en otro mundo...
Yesi: No.... no lo creo, pero eres bienvenida.
M.B. : Gracias, muy amable.

*Mientras tanto Annie lee unos papeles que encuentra dentro de la caja*
Annie: No entiendo nada... no sé para que lo intento, no sé leer. *Se ríe bajito*


*Yesi vuelve con M.B. vestida y adecentada*
M.B. : Bueno... ¿Y que vais a hacer hoy?
Annie: Yo... ocuparme del jardín, como siempre.
Yesi: Yo me voy, vuelvo a la noche, aprovechad para conoceros.


Annie: Madame...
M.B. : ¿Si?
Annie: Bienvenida.
M.B. : Gracias.
*Las dos se sonríen tímidamente*

viernes, 22 de junio de 2012

Historia de un Hada. Primera Parte.


~Datos técnicos~
Cabeza: Kidelf Ani elf, Luts.
Cuerpo: Creo que es de Volks, la anterior dueña no supo decírmelo. 
Es un molde bastante viejo.
Ojos: Gris-Violáceos.
Maquillaje: No se. La compre así.
Año de llegada: Principios de 2009.


~Datos personales~
Nombre: Anabel.
Diminutivo: Annie.
Edad: Desconocida.
Cumpleaños: Equinoccio de primavera, 21 de Marzo (Aprox.).
Sexo: Femenino.
Raza: Ser mágico, hada.
Hobby: Cuidar de las plantas y animales de la casa.

~Carácter~
Es callada y siempre está contemplando lo que ocurre a su alrededor. 
Muy dulce, sensible, paciente e imaginativa. Algo inocente, se suele fiar de otras personas.
Se siente muy apegada a su amiga humana hasta tal punto que suele esconderse entre sus pertenencias cuando algo no le gusta.

~Historia~
Un día de invierno, Anabel vagaba por el bosque buscando entre los arbustos algún fruto que comer. El invierno estaba siendo poco amable, aparte de musgo, no había mucho más.
Anabel proviene de una humilde familia que vive de lo que da el bosque. Por desgracia este invierno se ha llevado consigo a todos sus seres queridos. Solo queda ella.

Regresando a la madriguera un ave que sobre volaba la zona se abalanza para capturarla. El ave solo se lleva un puñado de nieve mientras que Anabel, sorprendida y paralizada, tarda unos segundos en reaccionar y huir del lugar para adentrarse entre las plantas más cercanas.

El ave, insistente, vuelve a por su presa agarrándola en el último momento antes de que entrara en unos arbustos. Con la presa en sus garra renueva el vuelo para llevar la comida al nido. Anabel está inconsciente sin saber lo que le espera.
En la mitad del vuelo recupera el conocimiento. Sin saber como había llegado hasta esa situación comienza a moverse bruscamente intentando zafarse de su captor.

Lo consigue, al morderle una pata el ave grazna de dolor y suelta a la pequeña que se precipita al vacío del anochecer. En un intento desesperado abre sus frágiles alas para parar la caída.
Da vueltas y vueltas sin control mientras nota el frío viento rasgando sus diminutas alas, sin saber que puede ocurrir cierra los ojos y se deja llevar por la caída. Si ha de morir, así será, no puede hacer nada más, sus fuerzas declinan y ya no siente sus alas.

Se hace de día, comienza a salir el sol, Anabel se nota muy dolorida y no puede moverse. Mira a su alrededor... parece un jardín descuidado. Por suerte ha caído sobre tierra blanda. Vuelve a caer dormida.
Nota agua cayendo por su rostro y comienza a toser. Algo la agarra y la levanta del suelo.

-Yesican: ¿Qué eres?... ¡Está herida! -El pequeño ser cierra los ojos entre sus manos.- Parece haberse desmayado... voy a lavarla y curarla, pobre criatura.

Mientras Yesican la lava ve lo que son restos de unas alas en la espalda y se da cuenta de lo mal nutrida que está.
Al acicalarle el rostro no puede evitar fijarse en el lunar... está en el mismo sitio que el de ella, ¿casualidad?.
Una vez curada y limpia, la viste con ropas nuevas y se la lleva a un lugar donde pueda descansar y no la descubran, dentro del armario en un rinconcito bien acomodado.

Todos los días Yesican se asomaba para comprobar que la pequeña criatura seguía viva y si se había despertado.
Todos los días... durante dos años hasta que una mañana de verano escucha ruidos desde el sitio donde descansa. Se levanta rápido y corre a abrir el armario y allí está.


-Anabel: ¿Quién eres?-Decía mientras pensaba que esa humana se parecía un poco a ella.

-Yesican: ¿Yo?, Yesican, te encontré en mi jardín herida.


-Anabel: Me llamo Anabel, gracias por curarme. Me hirió un pájaro que me capturó, luego caí y ... ya no recuerdo más. -Dice mientras se mira la espalda donde ya no se encuentran sus alas.

-Yesican: Lo siento, estabas muy malherida, perdiste tus alas.

Anabel no dijo más en todo el día y estuvo muy distante. Intentaba recordar lo que había pasado y echaba en falta sus alas. Por suerte una buena chica la había rescatado y cuidado de ella todo ese tiempo. No teniendo ningún sitio a donde regresar decidió quedarse un tiempo y conocerla.